El día internacional de la Mujer Afrodescendiente se estableció en 1992, cuando se reunieron en República Dominicana mujeres afrolatinoamericanas y caribeñas en el Primer Encuentro de Mujeres Negras Latinoamericanas y Caribeñas para dialogar sobre la agenda de Beijing y crear un espacio de articulación de movimientos de mujeres negras de América Latina y el Caribe. 

También se planteó la importancia de una articulación regional, para posibilitar la identificación de problemas comunes y concretar acciones, intercambios y cooperación. 
Las discusiones se centraron en temas de las Conferencias de la ONU y tuvieron presencia en la Conferencia de Viena, 1993 y en la IV Conferencia sobre la Mujer, Beijing, 1995.

Se estima que hay alrededor de 80 millones de mujeres que se reconocen afrodescendientes en América Latina que aún sufren un racismo que imposibilita reconocer sus aportes a las sociedades donde participan.

CEPAL indica que las desigualdades que históricamente han sufrido las mujeres afrodescendientes en ALC forman parte de un complejo sistema de discriminación estructural heredado de la época colonial de la esclavitud y que la sociedad debe asumir los grandes retos que supone su reconocimiento individual y colectivo como portadoras de derechos.

El próximo Curso Internacional de Derechos Humanos del CIPDH-UNESCO tendrá un panel donde se reflexionará acerca de las condiciones y las formas en que las cuestiones raciales, en especial en su intersección con el género, fueron una dimensión específica en la historia de las disputas y contiendas por la vigencia de los DDHH y continúan vigentes en las sociedades del norte y del sur en el siglo XXI.