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26 de junio – Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura

“Se entenderá por el término ‘tortura’ todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia. No se considerarán torturas los dolores o sufrimientos que sean consecuencia únicamente de sanciones legítimas, o que sean inherentes o incidentales a éstas” (de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes).

La Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes es uno de los principales tratados internacionales en materia de derechos humanos contra la tortura. Fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1984, y entró en vigor el 26 de junio de 1987, al haber sido alcanzado el número de ratificaciones necesario. En 1997, la Asamblea General de las Naciones Unidas decide conmemorar ese hecho cuando proclama a cada 26 de junio como el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura, con el único objetivo de la erradicación total de la tortura, considerada por ONU como “un crimen en el derecho internacional. Está absolutamente prohibida en todos los instrumentos internacionales y no puede justificarse en ninguna circunstancia”.

Además de esas acciones, Naciones Unidas creó un comité de expertos independientes, denominado Comité contra la Tortura, que se ocupa de vigilar la aplicación de la Convención por los Estados Partes. Hoy, la Convención ha sido ratificada por 162 países. Además, en 1985 la Comisión de Derechos Humanos de ONU nombró al primer Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, un experto independiente al que se le encomendó la misión de informar sobre la situación de la tortura en el mundo.

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