El verdadero motor de superación y progreso de las personas es directamente proporcional al grado de educación que, a lo largo de sus vidas, han podido alcanzar. La educación representa uno de los derechos fundamentales porque permite que las sociedades se desarrollen y puedan enfrentar los desafíos cotidianos frente a un mundo cada vez más competitivo.
En este sentido, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó, el 24 de enero, Día internacional de la Educación en celebración del papel de la educación para la paz y el desarrollo.
La declaración de Naciones Unidas exige educación primaria gratuita y obligatoria y la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada en 1989, va más allá al estipular que los países deberán procurar que la educación superior sea también accesible para las juventudes.
Asimismo, es una realidad que sin una educación de calidad inclusiva y equitativa y sin oportunidades de por vida para todas las personas, no lograremos alcanzar la igualdad de género ni romper el ciclo de pobreza que está postergando a millones de menores, jóvenes y personas adultas.
Los datos son alarmantes a la hora de poner sobre la mesa los porcentajes de accesibilidad a la educación a nivel global. Según UNESCO 258 millones de niños, niñas y jóvenes aún no asisten a la escuela y 617 millones de niños, niñas y adolescentes no saben leer ni hacer cálculos matemáticos básicos.
Las más perjudicadas son las niñas de los países más pobres. Se estima que menos del 40% de las niñas en África subsahariana completan la escuela secundaria inferior. Por otro lado, los desplazamientos forzados por guerras o conflictos armados hacen que unos cuatro millones de niños, niñas y jóvenes refugiados no asistan a la escuela.
Cuando se adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la comunidad internacional reconoció que la educación es esencial para el éxito de sus 17 objetivos. Es nuestro deber defenderla y promoverla para que los niños y las niñas tengan la oportunidad de dejar atrás la vulnerabilidad del no saber y puedan tener un futuro con más oportunidades, igualdad e inclusión.
