La celebración de esta fecha es de suma importancia para reivindicar, en todos los aspectos, el rol y la contribución al desarrollo que a lo largo de toda su vida han aportado las personas de edad, tal como lo establece la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.

Fue establecida el 14 de diciembre de 1990 por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución A/RES/45/106 como un día para generar acciones, sensibilizar y concientizar sobre los derechos de las personas mayores y su lugar en la sociedad.
Actualmente se estima que, para el año de 2050, las personas de 60 años o más serán 2.000 millones, esto es, más del 20% de la población mundial. Este aumento representará el mayor y más rápido aumento en el mundo en desarrollo en donde Asia concentrará el mayor número de personas mayores y África se enfrentará al mayor crecimiento proporcional.

Existe una paradoja que no pasa desapercibida. Al aumentar la longevidad de la población mundial, los gobiernos se enfrentan a tomar rápidas decisiones con respecto a la edad para jubilarse o retirarse de la actividad laboral. Este hecho, muchas veces, contradice las normativas establecidas para que todas las personas mayores puedan disfrutar sus derechos a pleno.

Es por ello, que conmemorar este Día Internacional de las Personas Mayores debe aportar un replanteamiento, por parte de los Estados, sobre las políticas públicas que favorezcan cada uno de los derechos de las personas adultas mayores, sin desatender cada una de sus necesidades. En este sentido, las Naciones Unidas alienta a los Estados a crear conciencia y desafiar los estereotipos negativos y los conceptos erróneos asociados a las personas mayores y el envejecimiento, así como permitir que desarrollen su potencial.

Proporcionemos las mejores contribuciones para que adultos mayores disfruten de cada esfuerzo, de cada logro y de cada lucha ganada a lo largo de su vida.