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con graves violaciones a los derechos humanos

Homomonumento

Monumento
Monumento
Tema: Violencia contra las mujeres, diversidades sexuales y/o por razones de género

Dirección

Westermarkt, 1016 DV

País

Países Bajos

Ciudad

Ámsterdam

Continente

Europa

Tema: Violencia contra las mujeres, diversidades sexuales y/o por razones de género

Objeto de memoria

Conmemorar a todas las personas homosexuales que sufren y/o han sufrido persecución a causa de su orientación sexual por parte de regímenes gubernamentales que objetan su mera existencia.


Fecha de creación / identificación / declaración

1987

Acceso al público

Libre


Descripción del lugar

El Homomonumento está compuesto por tres triángulos equiláteros de granito rosa con aristas de 10 metros de longitud, cada uno de los cuales está interconectado a los otros dos por líneas del mismo material que se dibujan en continuado entre dos de sus lados. De esta forma, estas líneas conforman un gran triángulo equilátero de 36 metros de lado cuyos vórtices son los tres triángulos rosas. El primer triángulo está situado en el terraplén del canal Keizersgracht y tiene cuatro escalones que se estrechan de forma descendente desde la acera hasta una plataforma que descansa sobre el agua. El segundo triángulo tiene forma de podio y se eleva 60 centímetros sobre la superficie. El tercer triángulo está dispuesto al mismo nivel de los adoquines de la plaza. Fue diseñado por la artista neerlandesa Karin Daan.

Un cartel en el lugar reza: “Homomonumento: Conmemora a todos los hombres y mujeres oprimidos y perseguidos por su homosexualidad. Apoya al Movimiento Internacional de Lesbianas y Gays en su lucha contra el desprecio, la discriminación y la opresión. Demuestra que no estamos solos. Hace un llamamiento a la vigilancia permanente. Pasado, Presente y Futuro están representados por los 3 triángulos en esta plaza”.

Entre fines del siglo XIX y comienzos del XX se publicaron en los Países Bajos las primeras novelas homoeróticas, libros médicos sobre homosexualidad y pornografía masculina en la historia del país. Los partidos políticos cristianos que dominaban el Parlamento respondieron a este “clima liberal” en 1911, cuando se aprobaron leyes contra el aborto, la pornografía y los actos sexuales entre personas del mismo sexo con menores de 21 años. Esta última ley, comúnmente denominada “artículo 248bis”, introdujo una disposición discriminatoria en la legislación neerlandesa: mientras que la edad de consentimiento para el comportamiento heterosexual seguía siendo de dieciséis años, la edad de consentimiento para el comportamiento homosexual se fijó en veintiuno. Por su parte, en los ámbitos científicos y médicos por estos años avanzó la medicalización como respuesta para “tratar” la homosexualidad. La naturalización de la homosexualidad en los discursos emancipadores tuvo como respuesta su patologización por parte de los médicos, que empezaron a castrar a los “delincuentes sexuales”, incluidos los homosexuales, en la década de 1930 y continuaron haciéndolo hasta la década de 1960. Sin embargo, el artículo 248 bis fue la principal expresión de la condena de la homosexualidad por parte del sistema legal neerlandés. De 1911 a 1971, 5.000 personas fueron procesadas en virtud de esta ley, el 99% de ellas hombres.

También se adoptaron otras disposiciones homófobas: entre ellas, las normativas locales introducidas en la década de 1930 prohibían a los hombres permanecer más de 5 minutos en los aseos públicos. Las lesbianas tenían que enfrentarse a restricciones como mujeres incluyendo, por ejemplo, limitaciones para salir en público y visitar bares, o la obligación de llevar ropa “adecuada” a su género.

Con el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial, a partir de 1938 y fundamentalmente durante la ocupación alemana que comenzó el 10 de mayo de 1940, el principal cambio fue la introducción del párrafo 175 contra los homosexuales en los Países Bajos. Esta ley prohibía las intimidades sexuales entre hombres de todas las edades. Los homosexuales ya eran perseguidos y oprimidos bajo el régimen de Hitler en Alemania, al no encajar en el concepto de una nación aria fuerte y considerarse, por lo tanto, que debían ser eliminados. A los homosexuales detenidos y llevados a campos de concentración se les colocaba una “marca” en forma de triángulo rosa. Se les obligaba a llevar este símbolo en la esquina superior izquierda de sus chaquetas y en la pernera derecha de sus pantalones. Estos triángulos eran de dos a tres centímetros más grandes que los triángulos que llevaban los demás prisioneros para que todo el mundo pudiera ver a distancia que el portador era un hombre homosexual. A las mujeres lesbianas se las clasificaba como presas políticas o como desviadas sociales y, en consecuencia, se les obligaba a llevar un triángulo rojo o negro.

Durante el nazismo, en Alemania y en los territorios ocupados y anexados por el régimen entre 1938 y 1945, se estima que entre 5.000 y 6.000 personas homosexuales fueron llevadas a campos de concentración y exterminio, la gran mayoría de ellas varones. La tasa de mortalidad de estos prisioneros se ha estimado en un 60 por ciento, una tasa superior a la de otros grupos de prisioneros. Un número menor de hombres fueron condenados a muerte o asesinados en centros de eutanasia nazis.

Tras el fin de la ocupación alemana, en 1946 surgió la principal organización homosexual neerlandesa de posguerra, el COC (Centro de Cultura y Ocio). Sin embargo, el número de procesamientos en virtud del artículo 248 bis alcanzó su nivel más alto en la década de 1950. A partir de 1955, se abrieron discotecas, hoteles, saunas y bares de cuero, y Ámsterdam se convirtió en uno de los centros de la cultura gay europea. En la década de 1960, gays y lesbianas comenzaron a expresarse más abiertamente en el espacio público. El movimiento gay se organizó y luchó de forma más articulada e institucional contra la discriminación antihomosexual. En 1971 se abolió el artículo 248 bis; en 1973 se admitió en el ejército a personas abiertamente gays y lesbianas, y la mayoría de los profesionales de la psiquiatría de los Países Bajos abandonó la concepción médica de la homosexualidad como una enfermedad. En 1978 se reconoció legalmente la posibilidad de la cirugía de reasignación de sexo; dicha cirugía podía pagarse a través del fondo nacional de ayuda médica. El primer bar neerlandés exclusivamente de lesbianas, Tabu, abrió en 1970 en Ámsterdam, y el primer grupo de lesbianas radicales, “Septiembre Púrpura”, se organizó en 1972. A partir de finales de los 70, se formaron grupos de gays y lesbianas en partidos políticos, sindicatos, universidades, organizaciones sanitarias, la policía y el ejército. Un nuevo periódico, el Gay Krant, se convirtió en el principal órgano de difusión de la sociedad civil gay. En 1977 se inauguró el desfile anual de gays y lesbianas.

La sumatoria de estos eventos y movimientos sociales y políticos incidieron en la consideración social de que la homosexualidad no era un problema, y la mayoría de los neerlandeses de la época llegaron a apoyar las reformas legales de la revolución sexual, incluida la despenalización de la homosexualidad, el adulterio, el aborto, la prostitución y la pornografía. Estos cambios transformaron a los Países Bajos en uno de los países más progresistas del mundo en materia sexual.

La creación del Homomonumento surge del descontento de grupos de gays y lesbianas neerlandeses por la falta de atención a la persecución de los homosexuales en las conmemoraciones de víctimas de la Segunda Guerra Mundial. Las ideas de un monumento público se habían difundido en estos círculos desde poco después de la guerra, y en el Centro de Cultura y Ocio (COC) ya se hablaba de un monumento en 1961. A pesar de las quejas sobre la supresión generalizada de la persecución homosexual durante la ocupación alemana en los actos de recordación, la organización de un monumento público no se llevó a cabo plenamente hasta la década de 1970, cuando la visibilidad se convirtió en un importante objetivo político para muchos grupos de emancipación de gays y lesbianas.

Otros catalizadores políticos se produjeron en 1970, después de que dos miembros de los Grupos de Acción Juvenil Homosexual de Ámsterdam fueron arrestados por intentar colocar una corona de flores de color lavanda en el Monumento Nacional a la Guerra de la plaza Dam de Ámsterdam durante el servicio conmemorativo nacional anual. La corona, que pretendía llamar la atención pública sobre los miles de hombres y mujeres homosexuales perseguidos durante la guerra, fue retirada por la policía y denunciada como una vergüenza.

A lo largo de la década de 1970, se llevaron a cabo manifestaciones similares de colocación de coronas con éxito variable. De esta y otras maneras los activistas presionaban constantemente para que se incluyera a los homosexuales en la memoria colectiva del público de las campañas de “purificación social” del nazismo.

El 5 de mayo de 1979 -un día después de la conmemoración del Día de la Memoria y la Liberación de ese año- Bob van Schijndel, miembro del grupo gay del partido político PSP, pidió que se erigiera un monumento para los gays asesinados. La idea recibió un amplio apoyo del movimiento gay y lésbico neerlandés, y también recibió un entusiasta apoyo internacional. El municipio de Ámsterdam designó como lugar el Westermarkt. En 1980 se fundó la Fundación Homomonument, cuyos miembros iniciales procedían del COC, del grupo de lesbianas 7152 y de los grupos gays de partidos políticos de todo el espectro ideológico en los Países Bajos. La misión inicial de la fundación fue crear el monumento, para lo cual se convocó a un concurso, se invitó a artistas a presentar diseños y se reunió un jurado formado por expertos en los campos del arte y el diseño. El jurado escogió como ganadora a la propuesta de la artista Karin Daan. Para recaudar fondos, se formó un Comité de Recomendación integrado por personas activas a escala nacional en la política, las artes y la vida religiosa. Durante los siguientes ocho años se reunieron los recursos necesarios para construir el monumento: una parte procedía de donaciones de particulares y organizaciones gays; otra fuente importante fue la recaudación de varios festivales benéficos, como la Fiesta de la Primavera en 1980 y un “Homomonu-mes” en octubre de 1981. El 7 de diciembre de 1986 tuvo lugar la “Noche antes del amanecer” en el famoso Concertgebouw de Ámsterdam. Varios días después, el Parlamento holandés donó el equivalente a 50.000 euros actuales, lo que permitió iniciar la construcción. La ciudad de Ámsterdam, la provincia de Holanda Septentrional y un ministerio ya habían realizado importantes aportaciones. Los 800.000 euros necesarios para la renovación en 2003 los pagó íntegramente el municipio de Ámsterdam. La primera piedra se colocó el 28 de abril de 1987, en Westermarkt, y la ceremonia de inauguración tuvo lugar el 5 de septiembre de 1987.

Aunque el monumento recuerda oficialmente el sufrimiento y el intento de eliminación de hombres y mujeres homosexuales durante el Tercer Reich, fue concebido y ejecutado más ampliamente como un reconocimiento de la persecución sufrida por gays y lesbianas a lo largo de la historia. El Homomonumento fue concebido inicialmente para abordar tres dimensiones: una advertencia del pasado, un reconocimiento y confrontación con el presente y una inspiración para el futuro. Teniendo en cuenta estos aspectos, la punta del triángulo que reposa sobre el agua del canal cercano y simboliza el presente está orientada hacia el Monumento Nacional a la Guerra, en la plaza Dam, en el centro de Ámsterdam. El segundo triángulo, elevado sesenta centímetros sobre el suelo y a modo de podio, simboliza el futuro. Este triángulo apunta al edificio del COC (la organización de gays y lesbianas más antigua del mundo en funcionamiento ininterrumpido) en la Rozenstraat. Daan colocó el tercer triángulo al ras del piso, entre los adoquines. Éste señala la Casa de Ana Frank y simboliza el pasado. En esta piedra hay grabado un texto que reza: “Naar vriendschap zulk een mateloos verlangen” (“Tal deseo interminable de amistad”). Este texto es un extracto del poema “A un joven pescador”, escrito por Jacob Israël De Haan (1881-1924), considerado el primer activista gay de los Países Bajos por sus escritos entre 1900 y 1910.

El monumento es también un lugar al que las personas acuden para conmemorar y celebrar. Hombres y mujeres homosexuales de todo el mundo acuden al monumento para depositar flores, fotografiarse y abrazarse. El monumento también sirve para recordar a los seres queridos que han fallecido por complicaciones derivadas del VIH-SIDA.

Desde 1988, el 4 de mayo de cada año personas de todas las clases sociales se reúnen en el Homomonumento para conmemorar a las víctimas homosexuales de la guerra. Representantes de partidos políticos, organizaciones sociales, el ejército, la policía, dignatarios y ciudadanos de a pie acuden para guardar los tradicionales dos minutos de silencio a las 20.00 horas y escuchar a los oradores. La bandera neerlandesa ondea a media asta y se canta el “Wilhemus” (himno nacional holandés). Mientras que el 4 de mayo se reserva para recordar a los caídos, el mismo Homomonumento sirve de lugar de celebraciones el Día de la Reina, el 30 de abril, y el Día de la Liberación, el 5 de mayo. Esos días, hombres y mujeres homosexuales se reúnen en ese mismo monumento para bailar y divertirse. El himno nacional se sustituye por música pop, actuaciones en directo y drag queens engalanadas. Desde 2022 el sitio acoge el encuentro ‘Celebrar la Vida’ el 5 de septiembre, mientras que cada 20 de noviembre se lleva a cabo una reunión de conmemoración con motivo del Día Internacional del Recuerdo de las Personas Transgénero. El Homomonumento es, por tanto, un lugar tanto para la contemplación como para la celebración. Estas dos funciones no entran en conflicto, sino que se complementan. También es utilizado por la comunidad como lugar de protesta frente a diversos hechos como la ley contra los homosexuales en Rusia de 2014, el ataque del Club Orlando en 2016, la Declaración de Nashville de 2019, y la ley húngara anti-LGBT de 2021.

La Fundación Homomonument actualmente se dedica a promover el espacio como monumento vivo, símbolo internacional de esperanza y orgullo, e inspiración para el respeto, la solidaridad y la igualdad. La fundación inicia, coordina y apoya celebraciones, manifestaciones, exposiciones, fiestas, conmemoraciones y otras actividades en el Homomonument.

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