Mujeres africanas. Resiliencia y Superación
Mujeres africanas. Resiliencia y Superación

Mujeres africanas. Resiliencia y Superación

Por diversas razones que se detallarán a lo largo de este artículo, las mujeres de África Subsahariana deben enfrentar diariamente las condiciones más adversas para subsistir. En muchos de los países de esta región, los conflictos armados internos y las migraciones forzadas representan una realidad cotidiana y, por ende, se encuentran en constante contraposición con la vida que se posee en tiempos de paz.

Los desafíos cotidianos abarcan un amplio abanico de desavenencias que hay que superar para seguir con un ritmo de vida que posibilite desarrollarse y seguir adelante pese a todo. Las mujeres africanas son las encargadas de enfrentar esos desafíos como método personal de superación y resiliencia para que sus familias, sus hijos e hijas y ellas mismas puedan seguir el ritmo de la vida dentro de sus comunidades. Estos desafíos a superar van desde conseguir empleo por un salario, conseguir un lugar seguro para habitar, conseguir recursos alimenticios, conseguir agua potable, conseguir de que los niños y niñas no pierdan la escolaridad, conseguir recursos sanitarios y atención de salud y, en el peor de los casos, conseguir un campo de refugiados que les brinde seguridad y abrigo.

Desde 2020 y luego de la crisis sanitaria que provocó las pandemias no solamente del CO-VID19, sino también la de ébola, los conflictos armados y las situaciones de crisis humanitaria han aumentado a un ritmo acelerado en todo el continente. La cantidad de recursos naturales, la pobreza extrema, la vulnerabilidad estatal y los problemas étnicos y religiosos, son fuentes de tensiones y conflictos. Actualmente en 2024, en toda África Subsahariana los conflictos armados ascienden a 25, según datos de Naciones Unidas. Por consiguiente, los hombres son reclutados y puestos en trincheras, mientras que las mujeres deben llevar sobre sus hombros todo el peso de la vida familiar y de las comunidades.

Hoy en día, y a pesar de las diferencias culturales entre etnias, tribus o lugar social de pertenencia, las mujeres subsaharianas encuentran en la unidad el único motor de superación capaz de proporcionar las herramientas para desarrollar una vida con escasos recursos pero que fortalece los lazos entre ellas.

Según un informe de la Oficina Internacional para la Migración (OIM) de la UNU, describe que durante 2023 y la actualidad, las mujeres nigerianas han sido pioneras en establecer esta unidad a pesar de las diferencias y que se han convertido en un ejemplo para todas las mujeres africanas. Esto consiste en establecer Centros en común para mujeres y dirigidos por mujeres en donde cada una ofrece ayuda a otra que lo esté necesitando. Estos grupos se forman tanto con mujeres que saben desarrollar un oficio o que pueden brindar una ayuda tangible y material (modistas, cocineras, maestras, asistentes de salud, etc.) así como también por mujeres que han podido superar situaciones de vida tan complicadas y aberrantes como violaciones, abusos, sometimiento a casamiento forzado, discriminación, condiciones de pobreza extrema, mutilación, abandono y que hoy pueden ayudar a otras mujeres a superar los mismo que ellas pasaron.

Esta iniciativa de mujeres nigerianas proporciona un faro de oportunidad y esperanza para todas las mujeres que quieran seguir sus pasos. Actualmente se está implementando en campos de refugiados consolidando el papel empoderado que las mujeres tienen y deben afianzar con la mejor intención de superar las adversidades y construir un desarrollo sostenible en el tiempo para ellas mismas, para sus familias y comunidades.

Desde una perspectiva latinoamericana y desde la paz entre naciones, el rol de los encuentros de mujeres, las organizaciones de mujeres en cooperativas, la dirigencia de mujeres frente a los conflictos campesinos y rurales, el rol de las mujeres en la política y en la conquista por los derechos humanos, han sido grandes ejemplos del poder que existe en la unidad de mujeres por un bien en común.

Desde el Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos bajo los auspicios de UNESCO, acompañamos cada iniciativa que lleve a empoderar el rol colectivo y social de la mujer. En este sentido, cada uno de nuestros proyectos y programas están basados en promover y defender cada uno de los derechos fundamentales de las personas, pero principalmente de aquellas que se encuentran en desventaja o en mayor estado de vulnerabilidad.

Instamos a toda la Comunidad Internacional a trabajar arduamente por alcanzar cada uno de los desafíos que proponen los ODS, y de esta manera, a brindar amplios programas de ayuda humanitaria y económica para mejorar las situaciones de vida de las mujeres africanas y asegurarles los necesarios mecanismos de superación y reparación frente a las adversidades vividas, y hacer todo lo posible para que los conflictos armados internos cesen y se establezca la paz.

Juan Pablo Urcola
Lic. en Comunicación Social (UNQ)
Diplomado en Ciencias Sociales (UNQ)

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