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MUJERES, TIERRA Y TRABAJO: RECOPILACIÓN DE SABERES Y EXPERIENCIAS PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE LOS ODS

El primer encuentro “América Latina y África: “MUJERES, TIERRA Y TRABAJO: Recopilación de saberes y experiencias para la implementación de los ODS” tendrá lugar el jueves 8 de julio a las 15 hs (Argentina) a través de Zoom

La comprensión de las necesidades, prioridades y problemas de las mujeres rurales de América Latina y África ha dado lugar a un movimiento mundial para su empoderamiento.

Ellas enfrentan múltiples y complejas barreras económicas, sociales y culturales en su acceso a los derechos humanos. Su condición varía considerablemente entre regiones y en la división rural/urbana debido al desarrollo económico desigual y al impacto en las comunidades. Desempeñan un papel vital, aunque no reconocido, en las economías rurales regionales ya que son importantes contribuyentes a la producción de cultivos; a la cría de ganado; a la industria artesanal; a emprendimientos con base en su vivienda. Se suman a estas actividades el mantenimiento del hogar y la familia, el transporte de agua, leña y forrajes hacia y desde el hogar; la preparación y conservación de alimentos y cuidado de niños y niñas, ancianos y ancianas y personas discapacitadas del hogar. La mayoría de las mujeres rurales tienen bajo nivel de educación y se las considera ayudantes agrícolas familiares o no calificadas. Aún cuando realizan más del 60% del trabajo agrícola no se las reconoce “agricultoras” porque “el agricultor” es quien posee la tierra y la mayoría de las mujeres no son propietarias de los campos o espacios rurales más pequeños en donde ellas emprenden su labor. Esta situación vulnera a las mujeres rurales en general, a pesar que son ellas quienes realizan más trabajo que los hombres.

Con el fin de analizar los desafíos que enfrentan las mujeres y sus contribuciones a las economías locales, nacionales, regionales e internacionales, emprendemos este ciclo de encuentros virtuales para reflexionar sobre las demandas históricas y emergentes bajo la consigna MUJERES, TIERRA Y TRABAJO: RECOPILACIÓN DE SABERES Y EXPERIENCIAS PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE LOS ODS

 

Consulta el programa del 1er Encuentro

 

EXPOSITORAS

ISABEL ZULETA

Colombia
Socióloga, activista ambiental y feminista comunitaria, fundadora del Movimiento Ríos Vivos de defensa del medio ambiente.

SALMA EL OUAZZANI CHAHDI SEDNAOUI

Marruecos
Doctora en Derecho. Funcionaria en el Ministerio de Derechos Humanos, Dirección de la Cooperación Internacional y Estudios Jurídicos de Marruecos.

DORA FLECHA

Paraguay
Coordinadora del Frente Mujer de la Federación Nacional Campesina. Participa activamente en las luchas por la tierra en Paraguay que han dado acceso a miles de familias.

MARTHA MATEO

República Dominicana
Integrante del Movimiento de Mujeres Trabajadoras de República Dominicana, participó en la lucha por las tierras de la comunidad de Parra y en la prevención comunitaria de violencia de género en las comunidades rurales.

ANA MARÍA RIVEIRO

Argentina
Abogada. Integra la Comisión de Tierras y Arraigo Rural de la Secretaría de Agricultura Familiar Campesina e Indígena SAFCI del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación. Co-fundadora del Movimiento de Mujeres en Lucha (MML). Miembro de Cooperativa Colonizadora de la Federación Agraria Argentina.

MAZE MORAIS

Brasil
Secretaria de la Mujer de la CONTAG (Confederación Nacional de Trabajadores Rurales Agricultores y Agricultoras Familiares). Coordinadora de la Marcha de las Margaritas.

ANTONIA CHAVEZ

México
Docente e investigadora, Universidad de Guadalajara. Consejera del “ObservaLAtrata”. Agricultora.

MARISA PINEAU

Argentina
Investigadora y profesora de estudios africanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Máster en Estudios de África. Dirige el proyecto de investigación África y su diáspora. Profesora Titular de las cátedras “Historia de Asia y África contemporánea” e “Historia de la Colonización y la Descolonización”. Ella nos traerá un panorama general sobre mujeres y tierra en África.

Situación actual

Hoy, las mujeres rurales constituyen la cuarta parte de la población mundial. Contribuyen al bienestar de sus familias y al desarrollo de las economías rurales y desempeñan un papel fundamental en la garantía de la seguridad alimentaria y en el desarrollo y estabilidad en sus zonas de trabajo.

A pesar de las enormes e invaluables contribuciones hechas por ellas, con frecuencia carecen de poder para garantizarse su derecho sobre la tierra y tener acceso a servicios básicos como agua potable, salud, educación y empleo remunerado. Incluso, pese a trabajar la tierra más de 14 horas al día, en la mayor parte de los países en desarrollo carecen de acceso a la información, capacitación, insumos, créditos y a nuevas y mejores oportunidades. Enfrentan, además, una variedad de limitaciones como la reclusión y la movilidad entre las más importantes.

Tradicionalmente, estas mujeres siempre han jugado un papel de liderazgo en la gestión de los recursos naturales. Por ejemplo, el conocimiento indígena de la agricultura sostenible refiere a las iniciativas tradicionales de las mujeres rurales que juegan un papel clave en el diseño del uso sostenible de la biodiversidad y de sistemas agrícolas sustentables donde las poblaciones rurales desarrollan y mantienen innovaciones e intervenciones a través de sus propias experiencias.

Según datos del Banco Mundial, en el mundo alrededor del 44% de la población reside en áreas rurales y depende principalmente de la agricultura. Cerca del 75% por ciento de esa población son agricultores y agriculturas de economías pequeñas, muy pobres, siendo la agricultura el medio que les proporciona meramente la subsistencia. La mayor parte de la participación femenina en la fuerza laboral se encuentra en la labranza y en la cría de animales.

Geografías y división del trabajo por género

Los roles y la división del trabajo de las mujeres difieren según las zonas geográficas.

Zonas pesqueras: las mujeres trabajan como jornaleras agrícolas en cultivos de exportación, así como en la producción de alimentos para el hogar y participan principalmente en la elaboración y comercialización de alimentos.

Montañosas y áridas: las mujeres participan en la economía tradicional campesina, hay un número creciente de mujeres jefas de hogar debido a la migración masculina para trabajar. Participan en todas las tareas agrícolas, especialmente la preparación de la tierra, la siembra, el deshierbe, la cosecha y el riego y son responsables de la ganadería y la comercialización a pequeña escala.

Áreas de húmedas: la planta rural practica monocultivos básicos de alimentos para la supervivencia (arroz, algodón y maíz, por ejemplo) y las habitantes cerca de los ríos y los pueblos originarios practican el cultivo de subsistencia. En la mayoría de los casos, los hombres son responsables de arar, aplicar pesticidas y regar, mientras que las mujeres son particularmente activas en la recolección, la cosecha, el almacenamiento y el cuidado post cosecha. También, las mujeres originarias participan en diversas fases de la agricultura de subsistencia, mientras que las agricultoras trabajan en la producción de alimentos del hogar y participan en la recolección y procesamiento de cultivos comerciales.

En todas partes, las mujeres son las principales responsables de las actividades posteriores a la cosecha, como el procesamiento y el almacenamiento y desempeñan un papel clave en el ganado, especialmente en lo que respecta al pastoreo, la alimentación, el ordeñe y el parto, mientras que los hombres suelen ocuparse de la esquila, la desinfección y la vacunación.

Pero el trabajo se está volviendo más difícil y requiere más tiempo debido a la degradación ecológica y la crisis económica y en todas las situaciones, las mujeres no reciben un salario o reciben un salario inferior al de los hombres por el mismo trabajo o un trabajo equivalente.

Toma de decisiones

Estas mujeres juegan un papel fundamental en las determinaciones relacionadas con el hogar, incluidas aquellas sobre producción, uso de recursos y gastos. Sin embargo, su papel en la toma de decisiones tiende a ser marginado fuera del hogar, especialmente en los órganos públicos y en aquellas relacionadas con el mercado y el sector financiero. Es lamentable que no se valore su contribución vital y que se niegue su derecho a la alimentación, la educación, la propiedad de la tierra, la ayuda legal, la obtención de ingresos y la gestión de los ingresos. Si bien las mujeres rurales contribuyen con más del 70% del trabajo agrícola, su papel y sus contribuciones son muy poco reportados o permanecen indocumentadas.

Los números de las mujeres rurales

Las voces y preocupaciones de las mujeres a menudo quedan excluidas de los debates y procesos en la formulación de políticas sobre el desarrollo agrícola y rural. La mayoría de los foros y organismos agrícolas que trabajan a nivel público o privado rara vez incluyen mujeres.

En su mayoría trabajan un promedio de 12 a 14 horas al día para realizar trabajos domésticos y agrícolas y enfrentan esta doble carga.

Las mujeres y niñas rurales generalmente carecen de acceso a información agrícola sistematizada. Se estima, según el Banco Mundial, que la tasa de alfabetización de las mujeres de 15 años o más es del 86%. Sin embargo, en las áreas rurales esta tasa se reduce en menos del 50%. Un estudio sobre productividad agrícola mostró que si las mujeres rurales recibieran la misma educación que los hombres, los rendimientos agrícolas aumentarían entre un 7 y un 22%.

Existen numerosos estudios que demuestran una fuerte relación entre el acceso de las mujeres a la educación y la productividad agrícola, la  disminución de la desnutrición infantil y el aumento de la confianza, las habilidades y el nivel socioeconómico de las mujeres. Sin embargo, a pesar de cierta evidencia de progreso, a la mayoría de las niñas rurales les sigue siendo arduo el acceso a una educación plena e igualitaria, especialmente en los temas más relevantes para su vida diaria.

Violencias de género

Las mujeres se enfrentan a discriminación y violencia de género sistemáticas. Además, sus derechos se violan en nombre de la cultura, las tradiciones y las normas. Las mujeres rurales son más vulnerables a este tipo de delitos debido a su nivel educativo más bajo y a su menor acceso a la justicia y al aislamiento de los servicios de apoyo que son pocos y distantes entre sí.

La mayoría de los países adhirieron a la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW). El artículo 14 de la CEDAW se centra en las mujeres rurales que ordena a los países firmantes que tomen en cuenta los problemas particulares que enfrentan y los roles importantes que desempeñan en la supervivencia económica de sus familias, incluido su trabajo en los sectores no monetizados de la economía, y que adopten todas las medidas apropiadas para garantizar la aplicación de las disposiciones de la Convención.

El artículo dice, asimismo, que los países tomarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en las áreas rurales a fin de asegurar que participe y se beneficie del desarrollo rural y, en particular, que garantizará sus DDHH. Sin embargo, los países menos desarrollados se han enfrentado a la falta de recursos adecuados para la implementación de políticas públicas adecuadas y no han adoptado todas las medidas apropiadas para eliminar la exclusión de las mujeres para garantizar que participen en el desarrollo rural y se beneficien de él y, en particular, del ejercicio de sus derechos.

Las Mujeres Rurales y los ODS

En el análisis integrado a los Objetivos del Desarrollo Sustentable, la temática que nos convoca se enmarca en los siguientes objetivos y metas:

Objetivo 1: Fin de la Pobreza

Meta 1.4 Para 2030, garantizar que todos los hombres y mujeres, en particular los pobres y los más vulnerables, tengan los mismos derechos a los recursos económicos, así como acceso a los servicios básicos, la propiedad y el control de las tierras y otros bienes, la herencia, los recursos naturales, las nuevas tecnologías y los servicios económicos, incluida la microfinanciación.

Objetivo 2: Hambre Cero

Meta 2.3 Para 2030, duplicar la productividad agrícola y los ingresos de los productores de alimentos en pequeña escala, en particular las mujeres, los pueblos indígenas, los agricultores familiares, los pastores y los pescadores, entre otras cosas mediante un acceso seguro y equitativo a las tierras, a otros recursos de producción e insumos, conocimientos, servicios financieros, mercados y oportunidades para la generación de valor añadido y empleos no agrícolas.

Meta 2.4 Para 2030, asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción, contribuyan al mantenimiento de los ecosistemas, fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías, las inundaciones y otros desastres, y mejoren progresivamente la calidad del suelo y la tierra.

Objetivo 5: Igualdad de Género

Meta 5.1 Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas en todo el mundo

Meta 5.2 Eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación.

Meta 5.3 Eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina

Meta 5.4 Reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados mediante servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social, y promoviendo la responsabilidad compartida en el hogar y la familia, según proceda en cada país.

Meta 5.5 Asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública.

Meta 5.6 Asegurar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos según lo acordado de conformidad con el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, la Plataforma de Acción de Beijing y los documentos finales de sus conferencias de examen.

Meta 5.a Emprender reformas que otorguen a las mujeres igualdad de derechos a los recursos económicos, así como acceso a la propiedad y al control de la tierra y otros tipos de bienes, los servicios financieros, la herencia y los recursos naturales, de conformidad con las leyes nacionales

Meta 5.c Aprobar y fortalecer políticas acertadas y leyes aplicables para promover la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas a todos los niveles.

Actividades

El ciclo de encuentros sobre MUJERES, TIERRA Y TRABAJO: RECOPILACIÓN DE SABERES Y EXPERIENCIAS PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE LOS ODS tiene por objetivo resaltar las desigualdades antes citadas poniendo en debate la situación de las mujeres rurales para interpelar a nuestra sociedad y encontrar vías de solución para el debido reconocimiento y la protección de sus derechos humanos.

Intenta proporcionar una puesta en común de expertos con el fin de:

1. Elevar el perfil de las mujeres rurales

2. Sensibilizar a la audiencia sobre sus roles complejos, en gran parte no
reconocidos, y

3. Promover acciones en su apoyo

Sobre la base de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en su artículo 14, y los Objetivos del Desarrollo Sustentable al 2030 nos proponemos reflexionar sobre:

a) Condiciones de vida
b) Acceso a la tierra
c) Cooperativas y Actividades comunitarias. Acceso al crédito
d) Educación y Alfabetización
e) Acceso a Servicios y Nuevas tecnologías
f) Planes de Desarrollo – Políticas Públicas

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