Paz y Seguridad. Dos temas claves para África
Paz y Seguridad. Dos temas claves para África

Paz y Seguridad. Dos temas claves para África

Los términos Paz y Seguridad, forman parte de los pilares fundamentales de las Naciones Unidas, desde su fundación en 1945, y son contemplados por los Estados miembros. Bajo estos dos conceptos, los derechos humanos pueden ampliarse, promoverse y respetarse.

La Paz es, en términos internacionales, una de las caras de la moneda para fortalecer el intercambio multilateral entre las naciones y para crear relaciones diplomáticas y comerciales sólidas. El desarrollo, la estabilidad, la sostenibilidad y la sana competencia, depende de ello.

La Seguridad es la otra cara de la moneda y es la que garantiza que la Paz sea posible. En un mundo cada vez más convulsionado y repleto de interese contrafácticos, donde la desigualdad, el racismo y la discriminación son los disparadores de conflictos de todo tipo, la seguridad es clave para el cese de hostigamientos entre naciones y el control interno de cada Estado.

El Consejo de Seguridad de la ONU, es el organismo con mayor incidencia a nivel mundial que concentra los compromisos para que la paz y la seguridad sean temas centrales en la agenda internacional, pero del cuál prácticamente África no forma parte.

El Consejo de Seguridad, está integrado por 15 miembros, cinco permanentes con poder de veto (China, Francia, Rusia, el Reino Unido y Estados Unidos), y diez no permanentes que se asignan regionalmente. La asignación regional incluye tres puestos para los Estados de África; dos para Asia y el Pacífico, América Latina y el Caribe y Europa occidental y otros Estados; y uno para los Estados de Europa oriental.

Actualmente, en África existen numerosos conflictos armados y guerras internas, con millones de personas desplazadas y desprovistas de toda protección de sus derechos. En 2023 se contabilizaron 36 contextos de conflicto, la cifra más alta desde 2014, y en lo que va de este año 2024 existen alrededor de 25 conflictos en desarrollo, principalmente en el África Subsahariana. El 47% del total de los conflictos armados en los últimos años son de alta intensidad, caracterizados por elevados niveles de letalidad, provocando el millar de víctimas mortales cada año.

Si bien, dentro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se establece 3 lugares (no permantes y rotatorios) para África, queda muy en claro que no es representativo, siendo África uno de los continentes con mayor cantidad de naciones y con la mayor cantidad de focos de conflictos.

La falta de representación de África, dentro del Consejo de Seguridad, se debe a que en el año de su creación (1945) la mayoría de los actuales países africanos eran colonias y sus voces no tenían injerencia en las decisiones o resoluciones de dicho Consejo. En este sentido, se cree necesaria una urgente reforma del Consejo de Seguridad, en donde el continente africano tenga una verdadera representatividad y sus opiniones sean tomadas en cuenta en cuestiones de paz y seguridad.

Estas fueron las palabras del Secretario General de la ONU, António Guterres, al respecto, en la última reunión del Consejo del 12 de agosto pasado: “No podemos aceptar que el principal órgano de paz y seguridad del mundo carezca de una voz permanente para un continente de más de mil millones de personas. África necesita mayor representividad y su voz debe ser escuchada”.

Por ello, es indispensable que la comunidad internacional resuelva cómo abordar la injusticia histórica y mejorar la representación efectiva de África, no solo en el Consejo de Seguridad, sino también en todos los organismos internacionales, con la intensión de equiparar las desigualdades e incluir en los debates los temas que preocupan a las naciones africanas.

Desde el Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (CIPDH) bajo los auspicios de UNESCO, es nuestro compromiso permanente acompañar toda iniciativa capaz de mejorar, valorar, proteger e incluir las adecuadas condiciones de vida y convivencia de las personas y, sobre todo, si esas iniciativas conllevan ampliar y proteger los derechos fundamentales.

Nuestro organismo, desde hace mucho tiempo, mantiene lazos de Cooperación Sur-Sur que encaran verdaderos desafíos en temas actuales y de implicancia global, tanto para nuestra región de América Latina como para África. El trabajo conjunto y la búsqueda de respuestas efectivas para la ampliación de derechos, fortalecen nuestros compromisos año tras año.

Establecer relaciones duraderas y permanente de paz y seguridad, es la única manera para que esto suceda. África debe ser tomada en serio. Las resoluciones de sus conflictos deben ser tomados en serio. Los derechos de las personas africanas deben ser protegidos.


Juan Pablo Urcola
Lic. en Comunicación Social (UNQ)
Diplomado en Ciencias Sociales (UNQ)

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