En este momento estás viendo Valenki produ

Valenki produ

vidas libres de violencias/audiovisual

Escuela: Escuela Secundaria n°49

Docente: Andrea Pacheco

Integrantes: Valentino Morales, Iñaqui Larrañaga

Nota conceptual

La veracidad del día a día
Vidas libre de violencia
Por Valentino Morales y Iñaki Larrañaga

El corto empieza con el protagonista dormido. Unos segundos después, suena la alarma, y se levanta con ganas de empezar el día. Lo vemos sacando su ropa del placard, y luego poniéndose el guardapolvo antes de salir de su cuarto.

En la cocina, agarra una taza para desayunar y prende la tele. Ahí aparece una noticia sobre una manifestación en la que la policía reprime a unos civiles. Sin decir nada, apaga la tele, deja la taza y sale de su casa para ir a la escuela.

En el camino, se cruza con un amigo que está en la vereda de enfrente. Lo saluda de lejos, y su amigo intenta cruzar, pero un auto lo apura tocando bocina y gritándole “¡Dale, che!”. Asustado, cruza rápido, pero cuando llega al lado del protagonista, lo ignora, enojado por lo que pasó. El protagonista se sorprende, pero sigue su camino.

Más adelante, mientras sigue caminando, un chico apurado lo empuja para pasar. Un poco más adelante, hay una persona discapacitada, y el chico apurado lo empuja y le pega por estar en su camino. El protagonista ve esto, pero decide no hacer nada y sigue caminando.

Luego, escucha a dos hermanos discutiendo sobre las tareas del hogar. La hermana, cansada de hacer todo, le dice al hermano que no ayuda en nada, y él le responde que, como es mujer, es su deber. El protagonista escucha, pero sigue caminando.

Cuando llega a la escuela, se siente triste por todo lo que vio. Dentro, saluda a sus amigos, y uno le pregunta si está bien. Él responde con un “Sí, ponele”, debido a que está afectado por lo que pasó.

Más tarde, va al kiosco y pregunta por el precio de unos chicles. La kiosquera, de manera enojada, le dice que el precio está a la vista. Él se disculpa y compra los chicles. Después, se sienta a pensar, pero un grupo de chicas se burla de él por estar solo y por su aspecto. Él las mira mientras se alejan y decide levantarse.

En el aula, lo vemos mirando por la ventana, pensando. La profesora se da cuenta y lo reta, diciéndole que no va a llegar a nada en la vida si sigue así. El protagonista se siente mal por lo que le dijo y trata de prestar atención.

Al día siguiente, la alarma suena de nuevo, pero esta vez, el protagonista la apaga y decide seguir durmiendo. Se da cuenta de que la violencia diaria lo ha afectado mucho, y no tiene ganas de empezar el día.

El corto termina con un mensaje:

“No se puede esperar productividad en un entorno lleno de violencia. Construyamos un mundo mejor.”

Información

Proyecto

close

Suscribite a nuestro boletín

Gracias por compartirlo