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con graves violaciones a los derechos humanos

Memorial de la Isla Nazino

Monumento
Monumento
Tema: Persecución política

Dirección

Isla de Nazino

País

Rusia

Ciudad

Nazino

Continente

Europa

Tema: Persecución política

Objeto de memoria

Recordar a las personas que fueron deportadas en masa y murieron en la isla Nazino en 1933.


Nombre conocido

Memorial de la Isla Nazino

Nombre o denominación institucional

La cruz de la iglesia en nombre de los nuevos mártires y confesores de Rusia

Fecha de creación / identificación / declaración

1993

Acceso al público

Libre


Descripción del lugar

La isla Nazino, también llamada Nazinsky, se encuentra ubicada en plena Siberia, en la confluencia de los ríos Ob y Nazina, a unos 800 km al norte de la ciudad de Tomsk. Se la conoce como “Isla de la muerte” o “Isla de los caníbales” debido a que, por orden de las autoridades soviéticas, allí fueron deportadas y abandonadas aproximadamente 6.000 personas durante el verano de 1933, de las cuales 4.000 fallecieron. En la actualidad existen en la zona diferentes espacios para conmemorar a las víctimas. Todos los años, en junio, se organiza una ceremonia de homenaje tanto en la isla como en el pueblo de Nazino.

A principios del año 1930, el régimen soviético elaboró un plan de “desplazamiento” hacia Siberia y Kazajstán para que millones de personas, a quienes consideraban “elementos contaminantes de la sociedad socialista en curso de construcción”, fueran destinadas a “mejorar los recursos naturales del oriente soviético”. A raíz de la improvisación del plan, los desplazados fueron llevados a lugares seleccionados al azar en donde no contaron con los recursos básicos para abastecerse.

El 18 de mayo de 1933, casi 6.000 personas detenidas, en su mayoría solo por no llevar consigo el pasaporte interno (documentos creados en 1932 por el Gobierno de Stalin para controlar el traslado de los ciudadanos), desembarcaron en la isla Nazino, un terreno pantanoso de 3 kilómetros de largo por 500 metros de ancho, ubicada en plena Siberia. El 20 de agosto solo quedaban 2.200 personas; el resto falleció debido a enfermedades, hambruna y asesinatos por parte de los guardias y otros detenidos. También se registraron numerosos casos de canibalismo. Frente a esta situación caótica, las autoridades decidieron finalmente trasladar a los sobrevivientes hacia otros asentamientos.

Una investigación sobre lo ocurrido en la isla Nazino realizada en julio de 1933 contribuyó al abandono de los “asentamientos especiales”. A finales de ese año, Moscú decidió generalizar los “campos de trabajo forzado”, conocidos como GULAG.

La dificultad de identificar las tumbas de quienes fallecieron en 1933 se debe mayormente a que el régimen aluvial del río Ob modificó la forma de la isla.

La investigación sobre el abandono de casi 6.000 personas en la isla Nazino en 1933 fue realizada ese mismo año por un responsable comunista local, Vasily Velichko, cuyo informe llegó a manos de Stalin sin que modificara la situación para los deportados. Recién en los últimos años del régimen soviético, cuando la investigación fue desclasificada y publicada en 1994 en la colección “Colonos especiales en Siberia occidental”, se conoció lo que allí había sucedido. La isla Nazino se convirtió en un símbolo del fracaso y horror de los “planes de desplazamiento” hacia Siberia y Kazajstán implementados por el régimen soviético.

En 1989, una expedición organizada por la rama regional de la asociación rusa Memorial (Memorial-Tomsk) viajó a Nazino para investigar los hechos. El equipo recorrió la isla y entrevistó a los últimos testigos que vivían en la zona. Los testimonios directos del abandono de miles de personas fueron publicados por primera vez en la prensa y conocidos por el mundo entero. A partir de esta investigación, el Ministerio de Cultura de Rusia declaró la isla patrimonio histórico. En junio de 1993, por iniciativa de Memorial-Tomsk, se instaló una cruz conmemorativa de seis metros de alto con la leyenda “A las víctimas de la represión política. 1933-1993”. Desde entonces, todos los años durante el mes de junio se organiza una ceremonia de homenaje a las víctimas en la que se coloca una corona de flores en la cruz.

En 2006, la diócesis de Tomsk instaló una nueva cruz para reemplazar a la original, que había desaparecido por las subidas del río. En 2008 se inauguró otra cruz en el pueblo y en 2018 se decidió la construcción de una iglesia en homenaje a las víctimas que fue financiada por donaciones de los habitantes del pueblo.

Memorial-Tomsk colabora con la memorialización de la represión en la región durante la era soviética mediante la inauguración de placas, monumentos y un museo ubicado en la antigua cárcel de la policía secreta. El Museo Memorial de la Prisión de la NKVD se dedica a la investigación y difusión de información sobre las decenas de miles de víctimas de las represiones políticas en la región de Tomsk principalmente a través de muestras, archivos y bases de datos.

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