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con graves violaciones a los derechos humanos

Sitio Histórico Nacional de la Masacre de Sand Creek

Sitio
Sitio
Tema: Genocidio y/o crímenes masivos

Dirección

55411 County Rd

País

Estados Unidos de América

Ciudad

Kiowa

Continente

América

Tema: Genocidio y/o crímenes masivos

Objeto de memoria

Rememorar la masacre cometida en 1864 contra miembros de las tribus indígenas Cheyenne y Arapaho.


Nombre o denominación institucional

Sitio Histórico Nacional de la Masacre de Sand Creek

Fecha de creación / identificación / declaración

2000

Acceso al público

Libre


Descripción del lugar

El Sitio Histórico Nacional de la Masacre de Sand Creek se encuentra ubicado al este de Eads, en Colorado, Estados Unidos. El sitio está conformado por un sendero que lleva a una colina, donde se encuentra el monolito conmemorativo que registra la fecha en que ocurrieron los hechos. A lo largo del sendero hay una decena de carteles informativos que cuentan lo ocurrido. La Carrera de Sanación Espiritual de Sand Creek (Sand Creek Spiritual Healing Run) se lleva a cabo anualmente a fines de noviembre y recorre el tramo que va desde Sand Creek a Denver; simboliza la ruta utilizada por los soldados cuando regresaron de masacrar a los pueblos Cheyenne y Arapaho en 1864.

Entre 1961 y 1965, los Estados Unidos de América sostuvieron una guerra de secesión que puso de relieve la necesidad de dominio territorial por parte del Gobierno. Las distintas incursiones militares, en su ambición de conquista, fueron desplazando cada vez más a quienes habían ocupado los territorios durante siglos y significaban un obstáculo para las pretensiones de formación del Estado nacional.

Sin embargo, a la conformación del Estado se antepuso la necesidad de mantener una relación comercial con los nativos de esas tierras: los pueblos Cheyenne y Arapaho. Así,  entre 1820 y 1850 se firmaron una serie de tratados para contener la resistencia indígena, relegarla a regiones previamente delimitadas por el Gobierno y obtener los beneficios de la tierra, sobre todo el oro.

Los pueblos Cheyenne y Arapaho, en un primer momento, se unieron solo por el comercio. Sin embargo, los nuevos asentamientos y la avanzada colonialista comenzaron a diezmar animales silvestres —como los búfalos—, arrasar los pastizales necesarios para alimentar caballos y cerrar varios caminos, por lo que ambas tribus finalmente se hermanaron en pacífica convivencia.

Los conflictos entre los colonos y la población indígena se agravaron a medida que los nuevos asentamientos dejaron de ser esporádicos para adquirir un carácter de permanencia. En este contexto, se generaron las condiciones propicias para lo que se sucedería la noche del 29 y la madrugada del 30 de noviembre de 1864, día en que las fuerzas de la Primera Caballería de Colorado comandadas por el coronel John Milton Chivington atacaron un poblado cheyenne y arapaho al sudeste de Colorado. A pesar de que semanas antes los miembros de estos pueblos habían hecho públicos repetidos llamados de paz, ese día, una compañía del Ejército de aproximadamente setecientos hombres marchó desde Fort Lyon hasta Sand Creek para asesinar a más de un centenar de cheyennes y arapahos que acampaban en el lugar, donde flameaba una bandera estadounidense junto a otra blanca en clara señal de no agresión.

Cuando Chivington ordenó a sus tropas atacar, dos oficiales (Silas Soule y Joseph Cramer, cada uno al mando de una compañía) se negaron a obedecer y obligaron a sus hombres a mantener un alto al fuego. Gracias a sus testimonios es que se pudieron conocer las atrocidades cometidas en Sand Creek, como la mutilación de genitales, el descuartizamiento y el robo de objetos sagrados, entre otros. Las víctimas en su mayoría fueron mujeres y niñas/os ya que gran parte de los guerreros se encontraban cazando búfalos alejados del campamento.

Durante décadas se desconoció la ubicación exacta del sitio de la masacre, lo que generó muchas teorías. En 1950 se instaló un primer monumento en recuerdo de la masacre de las tribus indígenas Cheyenne y Arapaho en un sitio ubicado a varios kilómetros del memorial actual. En 1998 se patrocinó una ley que comenzó con el proceso de localización del sitio de la Masacre de Sand Creek y, en consecuencia, un grupo de arqueólogos del Servicio de Parques Nacionales (National Park Service) y de la Sociedad Histórica de Colorado (Colorado Historical Society), junto con descendientes cheyennes y arapahos, comenzaron con la búsqueda de los restos del sitio. El senador Ben Nighthorse Campbell, único miembro nativo americano del Congreso y descendiente cheyenne de los sobrevivientes de la Masacre, fue quien impulsó esta ley.

Como parte del esfuerzo de ubicación, los descendientes de ambas tribus contaron historias de la masacre que se habían transmitido por generaciones. Se investigaron distintos documentos históricos como mapas, diarios, e informes de investigación militares y del Congreso en busca de información que pudiera localizar con exactitud el sitio. Además, se instó a los ciudadanos a presentar toda la información que creyeran de utilizad para la reconstrucción exacta de la zona. Se realizó también una evaluación geomorfológica para identificar, a través del análisis del suelo, los accidentes geográficos precisos para poder recuperar piezas abandonadas en 1864.

La documentación contenida en los Archivos Nacionales y Administración de Documentos (National Archives and Records Administration) jugó un papel importante en la finalización del proyecto. En 1868, cuatro años después de la masacre, un teniente del ejército estadounidense dibujó un mapa de la región de los Grandes Lagos. Este documento de archivo fue esencial para localizar el sitio. Gracias a este trabajo, conjuntamente con el esfuerzo del resto de las organizaciones y los ciudadanos de la zona, se logró la designación de Sand Creek como sitio histórico nacional en noviembre de 2000. El Congreso estadounidense autorizó el establecimiento de poco más de 5.000 hectáreas como el Sitio Histórico Nacional de la Masacre de Sand Creek. El 23 de abril de 2007, el lugar se convirtió en la unidad oficial número 391 del Servicio de Parques Nacionales de los Estados Unidos.

Asimismo, en 1999, se comenzó con una actividad que se ha sostenido ininterrumpidamente. La Carrera de Sanación Espiritual de Sand Creek (Sand Creek Spiritual Healing Run) recorre el tramo que va desde Sand Creek a Denver (278 km) y simboliza la ruta utilizada por los soldados cuando regresaron de masacrar a los pueblos Cheyenne y Arapaho. La carrera se lleva a cabo anualmente a fines de noviembre. Comienza en el Sitio Histórico Nacional de la Masacre de Sand Creek y pasa por el centro de Denver, donde los corredores hacen una pausa en el monumento dedicado a Silas Soule, asesinado en 1865 y se realizan homenajes y ceremonias para conmemorar a quienes fueron asesinados durante la Masacre de Sand Creek. La carrera no sólo recuerda a las víctimas, sino que busca sanación espiritual para todas las personas independientemente de su origen o religión.

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