En el año 1987, La Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC) propuso instaurar este día de acción global como recordatorio para abordar las múltiples causas de enfermedad y muerte que afectan a las mujeres y trabajar en favor de su atención, prevención y tratamiento.
En este sentido, este día tiene el objetivo reafirmar y garantizar el derecho a la salud integral de mujeres y niñas. Se trata de sensibilizar sobre el cuidado y la protección de la salud, el derecho a vivir una vida digna con igualdad de oportunidades y sin violencias.
En aquel momento (años 80), las mujeres reclamaban el abandono de los programas de control de natalidad llevados a cabo sin contar con su participación, incrementar un acceso universal a la salud, revaluar la progresiva medicalización de los cuerpos de las mujeres, asegurar el acceso a métodos anticonceptivos seguros.
A lo largo de los años algunos de estos temas han evolucionado, otros se han mantenido sin mayores cambios y otros nuevos han surgido. Sin embargo, hay un problema que ha persistido: el escaso conocimiento de la salud de las mujeres y de sus necesidades actuales en toda su diversidad.
A las mujeres se les debe garantizar el derecho a tomar sus propias decisiones respecto a su sexualidad, salud reproductiva y sobre su bienestar en general. Sin embargo, aún hoy en día, muchas no tienen acceso a los servicios que les permitan llevar a cabo sus decisiones.
Como con todos los derechos, los Estados y los gobiernos deben ser responsables de crear políticas sanitarias accesibles destinadas a mujeres y niñas, una adecuada y respetuosa atención y generar campañas de prevención que informen con rigor profesional.
Por eso este es un día clave para exigir que se garanticen derechos fundamentales para la vida y buena salud de las mujeres.