El Día Internacional de la Familia, celebrado cada 15 de mayo, es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la familia en la sociedad y reconocer los derechos fundamentales de todos sus miembros, incluidas las personas con discapacidad.

En este contexto, es crucial abordar el tema desde la perspectiva del derecho a la familia de las personas con discapacidad, garantizando su pleno acceso a este derecho fundamental. Las personas con discapacidad tienen derecho a formar parte de una familia. Las familias desempeñan un papel fundamental en el bienestar y desarrollo de las personas con discapacidad, siendo los principales defensores de sus derechos y promotores de su autonomía.

El derecho a la familia para las personas con discapacidad implica varios aspectos importantes. En primer lugar, implica el derecho a formar una familia propia, lo que puede incluir el derecho al matrimonio y a formar una familia, así como el acceso a la reproducción asistida y otros servicios de apoyo necesarios para ejercer este derecho de manera plena y libre de discriminación.

Además, el derecho a la familia implica el derecho a vivir en familia y a recibir el apoyo necesario para hacerlo de manera autónoma e independiente, incluso cuando se requieran ajustes razonables para garantizar la accesibilidad de los entornos y servicios. Esto puede incluir el acceso a servicios de cuidado y asistencia personal, así como a recursos para adaptar el hogar a las necesidades específicas de las personas con discapacidad.

Es sumamente importante promover la inclusión de las personas con discapacidad dentro de la familia. Esto implica fomentar la participación activa de la persona con discapacidad en las actividades familiares, respetar sus decisiones y opiniones, y brindarles oportunidades para desarrollar sus habilidades y talentos. Asimismo, el derecho a la familia implica el derecho a mantener relaciones familiares significativas, incluido el derecho a visitar y ser visitado por familiares, el derecho a mantener la custodia de los hijos y el derecho a participar en la toma de decisiones que afecten a la familia, en igualdad de condiciones con los demás miembros de la familia. La inclusión familiar no solo beneficia a la persona con discapacidad, sino que también enriquece la vida de todos los miembros de la familia al promover la diversidad y la aceptación.

Es importante destacar que el ejercicio pleno del derecho a la familia de las personas con discapacidad requiere un enfoque integral que aborde no solo las barreras físicas y arquitectónicas, sino también las barreras sociales, económicas y culturales que pueden limitar su capacidad para vivir en familia de manera plena y satisfactoria. En este sentido, es fundamental que los Estados adopten medidas para promover la inclusión y la participación plena de las personas con discapacidad en la vida familiar y comunitaria, garantizando el acceso a servicios de apoyo adecuados, la eliminación de estereotipos y prejuicios, y la promoción de la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos de la vida.

En el Día Internacional de la Familia, reafirmamos nuestro compromiso con el respeto y la protección de los derechos de todas las familias, incluidas aquellas que cuentan con miembros con discapacidad, y trabajemos juntos para construir sociedades más inclusivas y justas para todos.

Lic. Fernanda Gil Lozano: Directora Ejecutiva CIPDH-UNESCO
Lic. Sofía Pirsch Spadaro: Asesora del Área de Estudios e Investigaciòn CIPDH-UNESCO