Este evento forma parte de una serie de actividades destinadas a analizar los desafíos que enfrentan las mujeres y sus contribuciones a las economías locales, nacionales, regionales e internacionales.
El pasado 8 de julio se concretó el primer encuentro del ciclo organizado por el CIPDH que tiene como objetivo analizar los desafíos que enfrentan las mujeres rurales en estas regiones y reflexionar sobre sus demandas históricas y emergentes. El evento se desarrolló a través de la plataforma Zoom y también se pudo seguir desde Facebook Live.
En la apertura, Fernanda Gil Lozano, directora ejecutiva del CIPDH, destacó que “la visibilización de las mujeres rurales debe ser nuestro deber”, además de expresar el interés del organismo que dirige en trabajar especialmente con mujeres de América Latina y África. Gil Lozano recordó que “muchísimas cosas de las que las mujeres nos fuimos proponiendo en los 70 y los 80, las hemos ido consiguiendo, con trabajo y en paz”. Además, agradeció especialmente la presencia en el encuentro de Adriana Arce, exdirectora del CIPDH, y de la Dra. Lidia Brito, Directora Regional de Ciencia para América Latina y el Caribe de UNESCO e integrante del Consejo de Administración del CIPDH. Por su parte, Brito felicitó al CIPDH por la iniciativa y expresó su satisfacción “al ver que los lazos de cooperación entre las regiones siguen en plena vigencia, al igual que el gran papel de las mujeres en estos espacios”.
La actividad consistió en la exposición de diferentes experiencias locales y su primera parte fue presentada por Elena Hanono, integrante del CIPDH en temas de Ciencia y Tecnología y en Proyectos de Integración. La socióloga colombiana, activista ambiental y feminista comunitaria Isabel Zuleta ofreció detalles del trabajo en su país del Movimiento Ríos Vivos de defensa del medio ambiente, del cual es fundadora. Zuleta destacó la “dolorosa situación” que vive Colombia, relató el proceso de resistencia que encararon las mujeres en la zona del Cauca y criticó el accionar del Estado colombiano ante el avance de los proyectos mineros que provocaron “pérdidas de sitios de memoria y la revictimización”. Por su parte, Maze Morais, Secretaria de la Mujer de la CONTAG (Confederación Nacional de Trabajadores Rurales Agricultores y Agricultoras Familiares) en Brasil, contó cómo se desarrollan las denominadas Marchas de las Margaritas, movilizaciones multitudinarias que se realizan cada cuatro años hacia la capital del país y a las que definió como “resultado de la auto organización de las mujeres campesinas, indígenas y demás organismos, con la motivación de visibilizar el trabajo de las mujeres agrícolas y reclamar diversos derechos”.
Ana María Riveiro, abogada argentina e integrante de la Cooperativa Colonizadora de la Federación Agraria Argentina, relató la pelea dada en la década iniciada en 1990 en el país contra los remates judiciales de las propiedades de pequeños productores, desde el Movimiento de Mujeres en Lucha. Riveiro explicó: “formamos asambleas y decidimos hacer nuestra la consigna de que la solidaridad era lo único que nos salvaría. Cada vez que accionaban contra alguna, nos movilizábamos todas”. Para cerrar la primera parte, Salma EL Ouazzani Chahdi Sendaoui, doctora en Derecho y funcionaria en el Ministerio de Derechos Humanos de Marruecos, narró la experiencia de las mujeres en Marruecos en relación con la tenencia de la tierra y las conquistas obtenidas en los últimos años. Explicó que el derecho de explotación en su país estaba otorgado a los jefes de familia, de sexo masculino, que el régimen era “patriarcal y discriminatorio, con las mujeres excluidas de la repartición de la tierra”, pero que en 2007 nace el movimiento Sulaliyat de mujeres, que dio una gran pelea en el reconocimiento a la igualdad efectiva de género en las leyes relativas a las tierras colectivas.
La segunda parte del encuentro fue presentada por Pía Berdiñas, integrante del CIPDH en temas de Políticas Públicas Locales Inclusivas y Promoción de Derechos Humanos. Allí, Martha Mateo, integrante del Movimiento de Mujeres Trabajadoras de República Dominicana, relató el proceso de lucha por las tierras desatado en 1972 en la comunidad de Parra. Mateo también explicó cómo fue la organización que pudo gestarse unos años después para trabajar la tierra y esquivar el asedio policial, y finalmente cómo fue el proceso de cohesión y avance con sus compañeras para sostener la lucha por el acceso de las mujeres al trabajo y a los lugares de decisiones políticas. Dora Flecha, Coordinadora del Frente Mujer de la Federación Nacional Campesina de Paraguay, se explayó sobre los conflictos por el acceso a las tierras en su país y sobre el creciente rol de las mujeres en ese proceso. “En 1989, al caer la dictadura, pensamos que las cosas serían más sencillas. Pero de todos modos, a través de la lucha hemos conquistado más de 300 mil hectáreas que hoy son productivas, y en 2007 logramos la gratuidad de muchos estudios médicos a niños y madres”.
A continuación, Antonia Chávez, docente e investigadora mexicana, Consejera del “ObservaLAtrata”, expuso detalles de la política agropecuaria llevada adelante en la presidencia de Cárdenas. Un proyecto que promovía educación, capacitación, créditos para campesinos, escuelas rurales, servicios de salud y sociales, acceso al agua y electricidad y que “permitió el desarrollo profesional y económico para las mujeres”, según Chávez, y que fue paulatinamente desmantelado hacia fines del siglo pasado por las políticas neoliberales aplicadas en su país. En el cierre, la historiadora especializada en estudios de África y profesora de la Universidad de Buenos Aires, Marisa Pineau, felicitó al CIPDH por la iniciativa de poner la lupa en estos temas, y puntualizó que en África, a pesar del programa de acceso que muchos países comenzaron a ejecutar ya en su proceso de independización de las potencias europeas, “las mujeres sólo tienen acceso al 15% de la tierra, cuando el trabajo es en un 50% rural, manual y mayormente realizado por mujeres”.