El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación. Este día fue proclamado en el año 1979 por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). La conmemoración tiene como objetivo concientizar sobre los desafíos que enfrenta el combate al hambre y la malnutrición en el mundo.

El 95% de los alimentos se producen en la tierra debiendo tener para ello, suelos fértiles y agua para el riego. Actualmente, 2.400 de personas viven en países sometidos a estrés hídrico y aproximadamente el 10% de la población mundial esa falta de agua para cultivos es alto y alarmante.

Los alimentos son la base fundamental de nuestro sustento y supervivencia. Pero la escasez de agua prende todas las alertas a nivel global y preocupa a los científicos. Desde 2000 la cantidad y aumento de las sequías ha aumentado un 29%, sin dejar de mencionar también los otros factores desfavorables como consecuencias del cambio climático como los incendios forestales, la desertificación, la desglaciación, entre muchas otras.

Es por estas razones que Naciones Unidas ha puesto como tema central del agua para la celebración de este día en 2023. El lema es: “El agua es vida. El agua nutre. No dejar a nadie atrás”.

El objetivo es hacer un llamado de atención de los gobiernos, del sector privado, de los agricultores, del mundo académico, de la sociedad civil y de las personas en general y trabajar juntos para abordar los desafíos mundiales vinculados con el agua.

Necesitamos producir más alimentos, fibra, piensos y biocombustibles con menos agua, al tiempo que garantizamos que el agua se distribuya equitativamente, que se protejan nuestros sistemas alimentarios acuáticos y que no se deje a nadie atrás.