En 1992, al término del Decenio de las Naciones Unidas para los Impedidos (1983-1992), la Asamblea General proclamó el día 3 de diciembre Día Internacional de las Personas con Discapacidad. El Decenio había sido un período de toma de conciencia y de medidas orientadas hacia la acción y destinadas al constante mejoramiento de la situación de las personas con discapacidad y a la consecución de la igualdad de oportunidades para ellas.
El objetivo de la conmemoración de este día es promover los derechos y el bienestar de este colectivo en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo, así como sensibilizar sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural.
En nuestros días, precisamos sociedades inclusivas, sin discriminación y que aseguren la igualdad de las personas, sociedades justas.
La inclusión comienza desde la creación de políticas públicas que aseguren una accesibilidad urbana hacia las personas con discapacidad y que contemplen una cobertura de salud integral en todos sus aspectos, condiciones de educación completa y aperturas fiables en puestos de trabajos.
En palabras del Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres: “…Insto a todos los países a que apliquen por completo la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aumenten la accesibilidad y eliminen las barreras jurídicas, sociales, económicas y de otro tipo con la participación activa de las personas con discapacidad y de las organizaciones que las representan”.
Conmemoremos este día en la certeza de que la inclusión de las personas con discapacidad es condición esencial para respetar sus derechos, el desarrollo sostenible y la paz.