La información y las comunicaciones tienen el potencial de brindar nuevas soluciones a los problemas del desarrollo, en particular en el contexto de la globalización y de los desafíos que conlleva alcanzar los ODS para 2030.
El 19 de diciembre de 1972 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 3038 (XXVII) decide instituir un Día Mundial de Información sobre el Desarrollo, cuyo objetivo consiste en captar cada año la atención de la opinión pública mundial acerca de los problemas del desarrollo y la necesidad de intensificar la cooperación internacional para resolverlos. También, de conformidad con los Estados miembros se decide proponer esta fecha al coincidir con el Día de las Naciones Unidas.
Las tecnologías de la información y las comunicaciones brindan nuevas oportunidades y plantean nuevos retos. Además, existe la necesidad de abordar los principales obstáculos con que se enfrentan los países en desarrollo para acceder a las nuevas tecnologías, como la insuficiencia de recursos, infraestructura, educación, capacidad, inversión y conectividad. En los últimos años el avance de las tecnologías y de la información contribuyó en gran medida a acortar la brecha entre personas durante los confinamientos producto de la pandemia de COVID-19.
Es imperativo que los Estados contribuyan con los desarrollos basados en la información como mecanismos de sociabilización, sostenibilidad, sustentabilidad, conectividad y protección de cada uno de los derechos de las personas.
Hoy en día no podemos imaginar un mundo sin acceso a internet, y aunque estimaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) afirman que un 51,2% de la población mundial posee conexión, todavía queda mucho por delante para llegar a las regiones menos desarrolladas. En un mundo globalizado, las tecnologías de información y comunicaciones nos permiten cerrar desigualdades ya que permiten promover la competitividad, el crecimiento económico, el acceso al conocimiento, la inclusión social y la erradicación de la pobreza.