La Asamblea General de la ONU, en su resolución 72/130, declaró el 16 de mayo Día Internacional de la Convivencia en Paz, como forma de movilizar los esfuerzos de la comunidad internacional para promover la paz, la tolerancia, la inclusión, la comprensión y la solidaridad.
Para UNESCO, es un día propicio para promover la reconciliación entre pueblos, contribuir a garantizar el desarrollo sostenible y colaborar con las comunidades, líderes religiosos y agentes pertinentes, mediante medidas reconciliadoras y actos de servicio, así como alentar la compasión entre las personas.
Convivir en paz significa aceptar la diversidad y tener la capacidad de escuchar, reconocer, respetar y apreciar a las personas.
Para construir el futuro actuemos de inmediato y de común acuerdo, para que la no-violencia sea una realidad para todos los seres vivientes. El aumento de la violencia y los conflictos en el mundo tiene que llevarnos a reflexionar y movilizarnos para fortalecer una “cultura de paz” que de fruto en la convivencia entre las personas.
Convivir en paz, conlleva el ejercicio individual de aceptación y de empatizar en forma ampliada, luchar no solo por los propios intereses y fomentar la unidad.