Ayer falleció a los noventa y cuatro años Chicha Mariani, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo.
El CIPDH despide a una mujer inolvidable, que trabajó incansablemente en la búsqueda de verdad y justicia en nuestro país. En 1976 su nieta Clara Anahí fue apropiada por la dictadura. La buscó durante más de cuatro décadas, hasta su último aliento. No la pudo encontrar y los responsables siguen sin decir dónde está.
Su nombre completo era María Isabel Chorobik de Mariani. Nació el 19 de noviembre de 1923 en la ciudad mendocina de San Rafael. En 1951 se casó con Enrique Mariani, un destacado violinista. Apasionada por la pintura, Chicha estudió Bellas Artes en su ciudad natal y en La Plata, donde ejerció la docencia en Historia del Arte y Educación visual. Allí se mudó a fines de los 40 para no irse más. En 1948 nació su único hijo, Daniel Enrique, quien se casó en 1972 con Diana Teruggi y con quien se iniciaron en la militancia política.
Meses después del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, en un operativo conjunto, personal del Ejército y la Policía Bonaerense irrumpió violentamente en la casa donde vivía el matrimonio en La Plata, asesinando a Diana y sus compañeros de militancia. La única sobreviviente fue su hija Clara Anahí, de apenas tres meses. La pequeña fue apropiada y al parecer entregada ilegalmente en adopción a otra familia. Un año después, Daniel Mariani fue también secuestrado y desaparecido por la dictadura.
Desde entonces la vida de Chicha Mariani, como la de tantas madres y familiares, cambió para siempre. Emprendió una lucha incesante contra los crímenes de la dictadura y una búsqueda desesperada de su nieta. Primero, acompañada de su marido y luego, descubriendo que la tragedia no era la única persona que había sufrido la misma tragedia, junto a otras madres y abuelas en un reclamo colectivo.
Así fue como en 1977 participó de la fundación de Abuelas de Plaza de Mayo y fue su primera presidenta hasta 1989.
En 1996 creó la Fundación Anahí con el objetivo de proseguir la búsqueda de su nieta y mantener viva la memoria de Daniel Mariani y Diana Teruggi. Después de varios años de lucha, Chicha logró que la casa donde asesinaron a su nuera y secuestraron a su nieta fuera recuperada y reconvertida en 2011 como sitio de memoria. Fue un paso más en la búsqueda de Clara, pero también de todas y todos los nietos apropiados por la dictadura.
También impulsó fuertemente los “Juicios por la Verdad” para dar a conocer lo ocurrido durante la dictadura, en momentos en que por las denominadas “leyes de impunidad” no era posible juzgar a los perpetradores. Los Juicios por la Verdad permitieron continuar reuniendo información que fue más tarde esencial para el proceso de justicia posterior.
Ayer falleció Chicha Mariani, pero su legado aún no termina. Todavía está pendiente recuperar a Clara Anahí.