Desde la adopción de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN, 1989) y desde entonces con la Estrategia Operativa de la UNESCO para la Juventud 2014-2021 (2014), se ha prestado especial atención en infantes, adolescentes y juventudes y se han producido cambios en la orientación de las políticas hacia estos colectivos, tanto a escala mundial como regional y nacional. Esto ha incluido una agenda que va más allá de un enfoque limitado a la supervivencia básica, la protección y la reparación para actuar de manera más integral promoviendo el desarrollo personal y social de jóvenes y abordando sus lazos con el mundo.
Asimismo, se ha puesto énfasis en reconocer el potencial de las juventudes para actuar y contribuir a la sociedad, su derecho a la participación, el compromiso y su influencia en diferentes esferas. Esta transformación también se refleja en los estudios que re conceptualizan la noción de juventud como algo más que un periodo de transición a la edad adulta. La infancia y la juventud son vistas, actualmente, como un estatus en sí mismo en el que las juventudes contribuyen activamente a su socialización y al mundo.
Junto con este enfoque en sus derechos y en su potencial como integrantes que contribuyen a la sociedad, ha surgido un gran interés sobre la participación de las juventudes y sobre cuál es la mejor manera de apoyarlas.
Esto es especialmente cierto en el caso de jóvenes que viven en circunstancias desfavorecidas, proceden de entornos marginales o pueden estar excluidos de sus comunidades y de la sociedad en general. En el caso de adolescentes o jóvenes en situación de desamparo, especialmente de zonas urbanas y pertenecientes a minorías étnicas, esta privación de derechos se ve a menudo reforzada por las imágenes negativas que ofrecen los medios de comunicación y las políticas punitivas que los tratan como amenazas que hay que controlar en lugar de destacar su capacidad y el potencial para contribuir positivamente a la sociedad.
En esta dirección se diseñó el proyecto Consejo de Juventudes de América Latina (CJALC) y el Caribe- interinstitucionalmente entre el CIPDH, Casa Patria Grande “Néstor Carlos Kirchner” y CLACSO, bajo la órbita de la CELAC.
En mayo del año pasado se realizó el lanzamiento del proyecto en Casa Patria Grande, encabezado por el presidente de la Nación Argentina, Alberto Fernández; el canciller de Argentina, Santiago Cafiero; Matías Capeluto, Director Ejecutivo de Casa Patria Grande “Néstor Carlos Kirchner”; la Directora Ejecutiva del CIPDH, Fernanda Gil Lozano, y Nicolás Arata Director de Formación y Producción Editorial de CLACSO.
Rodrigo Gómez Tortosa y Magdalena Aquino, director de Estudios e Investigación y coordinadora del proyecto en el CIPDH respectivamente, también formaron parte del lanzamiento.
El Consejo inauguró un espacio de gestación e intercambio de ideas entre jóvenes de América Latina y el Caribe de entre 18 y 35 años para la elaboración de una propuesta integral regional. Tomando como referencia el plan de acción de la CELAC se conformaron cuatro grupos de trabajos temáticos: Ciencia, nuevas tecnologías y derechos humanos; Desarrollo económico con inclusión social; Géneros, grupos vulnerables e igualdad de oportunidades; Ambiente y desarrollo sostenible. Los cuatro grupos de trabajo fueron conformados por jóvenes de toda la región siendo que cada país miembro de la CELAC postuló cuatro jóvenes para ser representados en cada uno de los ejes.
El Consejo inició sus sesiones en mayo y finalizó en diciembre materializando su trabajo en un documento de cierre que contiene los diagnósticos y propuestas elaboradas por las juventudes participantes.
Cabe destacar que, en la Declaración de Buenos Aires de la reciente Reunión Cumbre de la CELAC, realizada en Argentina; se hizo especial mención a la necesidad de dar continuidad al Consejo de Juventudes de América Latina y el Caribe (CJALC).
Con mucha satisfacción, desde el CIPDH, destacamos que quedó oficialmente reconocido que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños brinda especial importancia y apoya la continuidad del proyecto CJALC, el cual se enmarca desde una perspectiva de juventudes para ser incorporada al debate público, tan necesaria para el desarrollo de nuestras comunidades que exige garantizar la inclusión de las voces de las juventudes y aumentar la representación de sus intereses en los espacios de discusión y de toma de decisiones.
Enlace a documento final CELAC – Declaración de Buenos Aires