ONU: “Si continuamos así, no alcanzaremos los Objetivos de Desarrollo Sostenible que prometen poner fin a todas las formas de violencia, explotación y abuso infantil para 2030“.
La constante vulnerabilidad de derechos en el continente africano llena de preocupación y alarma a los organismos de derechos humanos. Según Naciones Unidas, entre los casos más graves encontramos abusos sexuales a mujeres y niñas en Sierra Leona, Guinea Ecuatorial, Liberia, Burkina Faso, el secuestro y amputación de personas albinas por superstición en Malawi y Mozambique, y la persecución contra el derecho sexual en Senegal, Ghana, Malawi y Nigeria. Pese a conmemorarse treinta y tres años de la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño (1989) los mayores perjudicados de estas aberraciones siguen siendo los niños y niñas de toda África, debido a que todavía no se ha logrado la erradicación absoluta contra estos delitos.
Lo mismo ocurre con otros derechos fundamentales como la vivienda o el trabajo que, en muchos casos, se sigue con la explotación y el trabajo infantil, muchas veces relacionados con una fuerte presión por parte de multinacionales extranjeras.
Un reciente estudio del Foro Africano de Política Infantil (ACPF) con sede en Adís Abeba, Etiopía, arrojó los siguientes datos: un 39,4% de los niños encuestados en Ghana aseguró haber sufrido “abusos indecentes” y el 18% confesó situaciones “impuras”. Según el mismo informe, Sudáfrica es el país con una de las peores tasas del mundo con respecto a violaciones. Una de cada tres personas, tanto niño como niña, se encuentra en riesgo de sufrir abusos sexuales antes de cumplir los 17 años. Todo este panorama de violación de derechos se agravó aún más en los últimos meses por una ola de golpes de estado que se ha llevado a cabo en varios países africanos, lo que conlleva a un retroceso y estancamiento en términos de derechos adquiridos.
En relación a lo anterior, en países como Angola, Costa de Marfil o Nigeria se han iniciado legislaciones que reducen la libertad política de los ciudadanos, mientras que la libertad de prensa es un grave problema en más del 50 % de todo el continente.
Desde Naciones Unidas, y mediante ACNUR, es prioritario acabar con la explotación y el abuso sexual de las personas del continente africano, así como luchar contra el acoso sexual en el lugar de trabajo y el abuso infantil. La razón principal detrás de las acciones del Organismo, en relación con la conducta sexual indebida, es que todas esas acciones de protección y acompañamiento giren en torno a las víctimas y sobrevivientes.
En palabras, el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, expresó:
“En el ACNUR, una organización que se dedica a servir y proteger a los demás, no hay cabida para la explotación, el abuso o el acoso sexual”.
Como Centro para la Promoción de los Derechos Humanos de la UNESCO trabajamos incansablemente por la defensa de todos y cada uno de los derechos de las personas, principalmente los que se encuentran en condiciones y situaciones de vulnerabilidad. Resaltamos nuestro compromiso de consolidar bases firmes para erradicar todo tipo de abuso y violación de derechos, sin dejar de lado abogar por políticas reparativas y constitutivas de identidad hacia todas las víctimas, en especial hacia las mujeres, niños y niñas. Por tal función estratégica, nos comprometemos en seguir a la par de los diferentes organismo de Derechos Humanos para que África continúe hacia adelante en la conquista y permanencia de todos los derechos universales.
Fuentes: ONU | ACNUR | ACPF