El Objetivo de Desarrollo Sostenible más difícil de alcanzar en África: Hambre Cero
El Objetivo de Desarrollo Sostenible más difícil de alcanzar en África: Hambre Cero

El Objetivo de Desarrollo Sostenible más difícil de alcanzar en África: Hambre Cero

Los datos que brinda el Banco Mundial en su último informe aseguran que de los 48 países con menor nivel de vida del planeta, 34 pertenecen al continente africano y 14 de ellos requieren una atención urgente, estos son: Zimbabue, Sudán del Sur, República Democrática del Congo, República Centroafricana, Camerún, Libia, Nigeria, Etiopía, Senegal, Chad, Guinea, Mali, Gambia, Mauritania y Burkina Faso. Es una realidad que la pobreza sea un problema a nivel mundial pero especialmente en África se da de forma crítica y en constante crecimiento. Según el mismo informe la cantidad de pobres, en los países africanos, se duplica cada año y el derecho a una vida digna es considerado un lujo que solo puede ser disfrutado por unos pocos.

Al contrario de lo que pasa en los países europeos o de las américas, en África el mayor porcentaje de pobres se encuentras en los conglomerados urbanos debido a factores de sobrepoblación, escaso saneamiento, gran demanda de insumos y alimentos, falta de oportunidades de trabajo y por la marcada desigualdad económica. Sumado a esto ocurren otros factores, propios de este continente, que deteriora aún más la subsistencia y que agravan las condiciones de vida cotidiana y que se fueron agudizando en las últimas décadas, entre los que se encuentran: la falta de recurso naturales y de infraestructura, la escasez de agua potable, la precaria asistencia sanitaria, el gran nivel de contaminación ambiental, las guerras internas, la inestabilidad política y la falta de políticas públicas de sustentabilidad y crecimiento a corto, medio y largo plazo.

A la hora de poner en la balanza los grupos con mayor vulnerabilidad frente al hambre resulta casi ineludible resaltar que son los niños y niñas de las poblaciones africanas los más afectados. El hambre es la principal causa de las muertes antes de los 5 años en el continente, estimando que 1 de cada 7 bebés nacen con bajo peso y en promedio se estima que un 21% estos niños y niñas se verán afectados con un retraso en su crecimiento. Un dato significativo que arroja la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que África tiene una de las tasas de hambre más altas del mundo, lo que en números representa a más de 256,1 millones de personas y si buscamos un dato de comparación con América Latina y el Caribe donde se estima que en esta región 42,3 millones de personas pasan hambre, es alarmante ver la diferencia.

En su reciente visita al continente africano, el Secretario General de las ONU, António Guterres, señaló que África actualmente enfrenta una “triple crisis” o una “crisis en cascada” afirmando que alimentación, energía y finanzas son lo que se necesitan en toda la región para, de a poco, se pueda cambiar esta realidad tan preocupante. Según un artículo publicado el 1 de mayo pasado en la página web (apartado Noticias) de la ONU, titulado La “triple crisis” en África se agrava por la guerra en Ucrania, se informó sobre este asunto que: “Al líder de la ONU le preocupa que el aumento de los costes de la post-pandemia y la guerra en Europa empuje a más personas al hambre y pueda provocar inestabilidad política y malestar social en algunas partes de África, donde los precios de los alimentos han aumentado un tercio desde el año pasado”.

Es un hecho que el hambre es una de las situaciones que más preocupa a los gobiernos y a los Estados a nivel global, pero también es sabido que lo que ocurre en África no es nuevo y que se viene dando durante todo el siglo XX incrementándose aún con mayor porcentaje en estos últimos años de comienzo del siglo XXI. El Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos bajo los auspicios de UNESCO, en su carácter de trabajar por cambiar realidades y basándose en la constante defensa de los derechos de las personas se une a los organismos internacionales para poner a la luz de los acontecimientos esta situación que los países africanos enfrentan. Pensar en el otro, ayudarlo y ponerse en su lugar es también parte de la defensa de los derechos humanos.

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