Para alertar a la comunidad mundial acerca de los efectos nocivos y devastadores del cambio climático en el planeta, se celebra cada 24 de octubre el Día Internacional Contra el Cambio Climático.

El cambio climático ya es un hecho real que está ocurriendo. El aumento global promedio de temperatura ya se encuentra en los 0,8ºC (en relación a los registros del último siglo), y enfrentamos pérdida de biodiversidad, derretimiento de glaciares, fenómenos climáticos extremos, acidificación de océanos, cambios en los hábitats.

Las principales causas han sido la quema de combustibles fósiles y los cambios en el uso de la tierra, que han liberado dióxido de carbono (Co2) y otros gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, desde el inicio de la revolución industrial en el siglo XVIII.

En sintonía con la Agenda 2030, el ODS Nro. 13 “Acción por el clima”, nos insta a adoptar medidas de manera urgente para combatir el cambio climático ya que los recursos del planeta no son finitos y se están agotando.

El crecimiento poblacional, la utilización indiscriminada de recursos, el alto consumismo social, el mal manejo de residuos, son todas problemáticas asociadas a la cultura del descarte e influyen directamente en la gestación del denominado cambio climático.

Es preciso que sea un hecho real y concreto que los Estados cambien a políticas de uso de energías fósiles a energías renovables, a dejar el uso de métodos en la agricultura que contaminan el suelo y en erradicar la minería con mecanismos que contaminan lagos, ríos y napas subterráneas de agua dulce, ya que en términos naturales todo está relacionado y por ende si se destruye un recurso no renovable otros serán los próximos.