El día del veterano y de los caídos en la guerra de Malvinas es una fecha de gran importancia para todos los argentinos. En esta ocasión abordaremos esta conmemoración desde una perspectiva de discapacidad, reconociendo las experiencias únicas de aquellos veteranos que han enfrentado diversas discapacidades como resultado de su participación en el conflicto.

La guerra de Malvinas, que tuvo lugar entre abril y junio de 1982, dejó secuelas físicas y psicológicas en muchos de aquellos que lucharon en el conflicto. No debemos olvidar que es sumamente importante recordar que estas secuelas incluyen discapacidades tanto visibles como invisibles, y que la sociedad debe estar dispuesta a brindar el apoyo necesario a aquellos que las padecen.

En primer lugar, es importante visibilizar las discapacidades físicas que pueden haber surgido durante la guerra. Muchos veteranos resultaron heridos gravemente, perdiendo extremidades o sufriendo lesiones que afectaron su movilidad y su capacidad para llevar a cabo actividades de la vida diaria. Estas discapacidades físicas implican que estos héroes requieran adaptaciones y apoyos específicos para poder desenvolverse de manera plena en la sociedad.

Asimismo, es fundamental tener en cuenta las discapacidades invisibles, como las lesiones cerebrales traumáticas o el trastorno de estrés postraumático, que pueden afectar significativamente la vida de los veteranos. Estas condiciones pueden manifestarse de diversas formas, como dificultades cognitivas, problemas de memoria, ansiedad o depresión. Es esencial ofrecerles a estas personas el apoyo y los recursos necesarios para que puedan acceder a una atención médica y psicológica adecuada. Además de las discapacidades individuales, es importante tener en cuenta las barreras y desafíos que enfrentan los veteranos con discapacidad en su participación plena en la sociedad. Estas barreras pueden incluir la falta de accesibilidad física en espacios públicos, la discriminación laboral o la falta de oportunidades de educación o recreación inclusiva.

En este sentido, es responsabilidad de nosotros como sociedad y del Estado garantizar la inclusión de los veteranos con discapacidad y brindarles las herramientas necesarias para que puedan ejercer sus derechos en igualdad de condiciones. Esto implica la creación de políticas inclusivas que promuevan la accesibilidad, la capacitación laboral y la plena participación social de estas personas.

El 2 de abril, Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas debe ser un recordatorio no solo de la valentía y el sacrificio de aquellos que lucharon por la Patria, sino también de la importancia de garantizar el respeto, la dignidad y la inclusión de todos los veteranos, independientemente de sus discapacidades.

En conclusión, abordar este día desde esta perspectiva implica reconocer las experiencias únicas de aquellos que han enfrentado diferentes discapacidades como resultado de su participación en la guerra.

Resaltamos que es fundamental trabajar en la construcción de una sociedad inclusiva que garantice la plena participación y el respeto de los veteranos con discapacidad, reconociendo su valentía y brindándoles el apoyo necesario para que puedan llevar una vida plena y significativa.

Lic. Fernanda Gil Lozano: Directora Ejecutiva CIPDH-UNESCO
Lic. Sofía Pirsch Spadaro: Asesora del Área de Estudios e Investigaciòn CIPDH-UNESCO